Me he visto involucrada en Vorticidad justo en el momento que ha sido mayor mi interés por los proyectos artísticos que buscan tener una relación más cercana con la sociedad. Si bien, llega a ser un poco obvio decir que todo lo que sucede dentro de un contexto social se verá reflejado en la práctica artística, es fundamental analizar aquellas prácticas que buscan establecer una relación directa con los espectadores o hacerlos parte del propio desarrollo de las obras, puesto que generan dinámicas que idealmente tendrán un impacto en un espacio y tiempo determinados.

Creo que el haber elegido a México como punto de partida del proyecto es importante debido a la gran serie de cambios que al igual que en toda Latinoamérica también se han dado en este país durante las últimas décadas y que claro está, dichos cambios han sido un detonador relevante para la realización de una serie de proyectos que se inscriben tanto a nivel local como global como producto de críticas hacia las estructuras sociales, políticas, económicas, etc.

Aunado a todo esto, considero a Vorticidad como una plataforma que posibilitará la visibilidad de proyectos mexicanos sin la carga exótica o nacionalista con la que generalmente se les suele concebir. Me entusiasma pensar que con este proyecto se llevarán a un público muy amplio las voces de diferentes artistas y curadores que han sido partícipes de esta rotación entre conocimientos y formas de creación artística.